Desde su entrada en vigor en mayo de 2018, el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) se ha convertido en uno de los principales quebraderos de cabeza de las empresas. Ha impuesto multas por privacidad que suman 14 millones de euros desde enero del 2020 hasta marzo del 2021.
La sanción más alta ha sido la impuesta a CaixaBank en enero de 2021 y asciende a 6 millones de euros. En un extenso documento de 177 páginas, la agencia consideró que la entidad había infringido tres artículos del reglamento al forzar la recogida de datos personales de sus clientes sin una base legal válida y no informarles de manera adecuada del tratamiento que iba a realizar sobre esa información.
Los sectores más sancionados
El sector que más ha tenido que pagar en término de infracciones es, con mucha diferencia, el bancario, al superar los 11 millones de euros. En segundo lugar, se encuentran las empresas telefónicas, que aglutinan un total de 46 multas por un valor que supera los dos millones de euros.
Base legítima
¿Qué infracciones cometen las empresas con más frecuencia?
Primero, no contar con una base legítima que deje constancia del porqué se recogen y se tratan los datos de los usuarios.
“Las compañías tienden a fallar en esto porque es una obligación relativamente nueva que no existía en la legislación española y se introdujo con el reglamento”
Paula Garralón, asociada en Bird & Bird
Las multas por privacidad no solo son más numerosas, sino que además son las que conllevan cuantías económicas más elevadas.
Segundo, no facilitar información suficiente a los usuarios sobre el uso que se va a hacer de los datos personales recolectados.
¿En qué aspectos son más cuidadosas las compañías?
Las empresas prestan especialmente atención y esfuerzos en evitar que surjan brechas de seguridad ya que el impacto que puede llegar a tener una fuga de datos es grande y puede conllevar consecuencias no solo económicas, sino que también podría afectar a su reputación y a sufrir caídas financieras.
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